¿Cómo enseñarle a perder a nuestros hijos?Aveces asumir que se pierde es de las cosas más difíciles de entender,este post te ayudará con ello. Si quieres leer más sobre este tipo de post puedes hacerlo AQUI.
Es inevitable que los menores del hogar se vean en una situación en la que están perdiendo algún juego o alguna tarea o actividad no salió como lo esperaban. Sin embargo, los padres deben estar en esos momentos para enseñarles la importancia de reconocer sus fortalezas para afrontar una derrota.
Lo que pasa por la cabeza de uno cuando pierde es que no es bueno para esa actividad y muchas veces se centran en los errores que se cometieron, pero que pasaría si se reconocen las cosas que se hicieron bien, muy pocas veces uno reconoce el esfuerzo que se hizo y es por eso que es tan difícil aceptar la derrota.
Cuando los niños comienzan a crecer se encuentran con dos alternativas en todos los aspectos de su vida, ganar o perder. Debes enseñarle a perder a tu hij@, solo de esta manera eso no se convertirá en un problema.
Pero cómo lograr ese objetivo si desde pequeños se les colocan muchas expectativas en sus hombros, siempre se espera que les vaya bien en todo y no nos fijamos en el esfuerzo o el empeño que le ponen a cada tarea.
Por otro lado, no debemos perder de vista que también para muchos adultos perder no es una opción, si para ti es muy complicado perder, evita expresar emociones fuertes delante de los menores durante esa situación, recuerda que tú eres su modelo.
¿Cómo hablar con los menores?
Lo principal es reconocer su emoción, recuerda que no debemos minimizar las emociones de nadie. Entiende que para los menores es algo muy complejo de comprender.
Trata de ser lo más claro posible, hay situaciones que no podemos controlar y una de esas es el perder, pero que eso no define la clase de persona que es ni tampoco cambia el cariño que le tienes. Es imposible ganar siempre.
Juega con ellos más seguido, de esta manera estas situaciones en las que se exponen a ganar o perder se harán más frecuentes y se volverán familiares. Es bueno encontrar ese equilibrio y experimentar esas emociones. Si piensas que, si tu hijo no es tan buen perdedor, no lo castigues dejando de jugar con él, al contrario, gana tiempo y experiencias para acercarte a el y a sus emociones.
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