La motivación es un impulso interno que dirige la acción hacia un fin. Subyace a la acción e impulsa y guía esta acción. Sin motivación no hay acción.
No estamos motivados por aprenderlo todo. Puede que no nos motive el temario del colegio/instituto/universidad, pero desde luego hay cosas que motivan nuestro aprendizaje, bien sea la forma de vida de los delfines, una nueva receta de cocina o cambiar una rueda del coche.
Puede que la motivación venga de nuestro propio interés por el tema o porque necesitamos ese conocimiento por algo (para nuestro trabajo o por propia supervivencia, como cambiar una rueda del coche).
En este aspecto podemos diferenciar dos tipos de motivación: la motivación intrínseca y la extrínseca. Ahora se piensa que, más que dos tipos diferentes de motivación, son dos opuestos dentro de un continuo, y que raramente se dan de forma “puramente intrínseca” o “puramente extrínseca”.
Motivación de tipo intrínseca: ocurre cuando las personas estamos internamente motivadas a hacer algo, porque creemos que es importante o porque nos resulta placentero. Los estudiantes con este tipo de motivación estarán emocionados por realizar sus tareas por el desafío que resulta completarlas, más que por ningún incentivo o recompensa. La motivación intrínseca va descendiendo a medida que los niños van escalando cursos. Para aumentar este tipo de motivación se puede hacer el material abstracto más concreto y meterlo dentro de un contexto.
Motivación de tipo extrínseca: Aparece cuando un estudiante quiere realizar una tarea por factores externos, como recompensas o castigos. Sin embargo, se ha visto que los castigos producen más daño que beneficios y las recompensas tienen el poder de crear dependencia. Por ello, lo mejor es ir reduciendo poco a poco las recompensas, orientándolas hacia una motivación más intrínseca.

LA IMPORTANCIA DE LA MOTIVACIÓN EN EDUCACIÓN
La motivación es el impulso que nos lleva a actuar y a conseguir lo que nos proponemos.
¿Por qué es importante mantener a los niños motivados por aprender?
- La motivación incrementa el esfuerzo y su persistencia en la tarea
- La motivación aumenta su iniciativa
- La motivación mejora sus habilidades de procesamiento cognitivo
- La motivación mejora el desempeño general
¿Cómo sabemos si nuestros hijos o alumnos están motivados?
El comportamiento de las personas puede servir de indicador para medir la motivación. Es un indicador bastante fiable, que los profesores pueden utilizar para estimar la motivación de los alumnos y poder actuar sobre ella.

¿Cómo fomentar la motivación en el aula?
- La actitud influye en la motivación
La investigación ha demostrado que la interacción entre el profesor y el alumno es más importante para el proceso de aprendizaje que los factores estructurales, como los materiales educativos y el tamaño de la clase. Esta relación entre alumno y profesor es importante no solo en os primeros años escolares, sino también más tarde, cuando los desafíos se vuelven mayores.
¿Cómo fomentar la motivación?
Muestra una actitud y un estado de ánimo positivo. Crea vínculos de afecto con los alumnos. Muestra que te preocupas por ellos personalmente, y por su proceso de aprendizaje. No los ridiculices nunca si no saben o no entienden algo. Muéstrate empático y comprensivo por ellos. Utiliza el humor y actividades distendidas.
- Valora el esfuerzo
Es mucho más importante valorar el esfuerzo que el producto final. Si se les valora mucho más el resultado, van a centrarse en eso, olvidando que para un buen producto van a necesitar esforzarse. Además, muchas veces el resultado depende también de otros factores, como la suerte.
¿Cómo fomentar la motivación?: Céntrate en el proceso de aprendizaje de los niños, animando a esforzarse y premiando a los que se esfuerzan mucho: “Estás muy concentrado, se nota que estás disfrutando”, o “Te estás esforzando, vas a aprender un montón”.
- Mantén a los niños implicados
Si los niños sienten que son útiles y que tienen responsabilidades, van a estar mucho más motivados.
¿Cómo fomentar la motivación?: Da responsabilidades a los alumnos, haz la participación en clase algo divertido. Asigna a cada uno tareas, como mantener el aula recogida, limpiar la pizarra, repartir el material… Cuando trabajen en grupo, que cada uno se encargue de una cosa.
- Utiliza incentivos
Aunque sea más importante reforzar y premiar el esfuerzo, los niños necesitan ciertas recompensas tangibles por un buen resultado. Los niños no son capaces de ver los beneficios a largo plazo de sacar buenas notas y aprender, necesitan recompensas más inmediatas. Los incentivos les motiva a trabajar y esforzarse, teniendo un objetivo en mente.
- En la variedad está el gusto
Los niños se aburren fácilmente si no hay una estimulación adecuada en el aula. Y más en este mundo tecnológico en el que están acostumbrados a una estimulación masiva por parte de las tabletas y los móviles. Incluso muchos padres utilizan la tecnología para calmar a los niños. Por ello, en el aula hay que evitar caer en rutinas.
¿Cómo fomentar la motivación?: Se creativo. Utiliza diferentes estructuras en clase. Enseña a través de juegos y discusiones, de forma que la clase sea dinámica y los niños estén implicados. Los aprendizajes pasivos, en los que los niños sólo reciben la información y no la elaboran, además de ser más ineficaces, destruye la motivación. También se pueden usar medios diferentes, como murales, fotografías, vídeos o películas…
- Explica “¿Para qué me sirve esto”?
¿Cómo fomentar la motivación?: Puedes crear un apartado en el comienzo de cada tema, en el que se expliquen las utilidades de aprenderlo y que sea lo más práctico posible. Si estás enseñado álgebra, dedica un tiempo en investigar para que se están utilizando esos conocimientos, por ejemplo, en ingeniería. Sabiendo que esos conocimientos los están utilizando ahora mismo gente real, en sus trabajos, aumenta la importancia percibida a esa materia, motivándoles a aprender.
- No les menosprecies
Menospreciar a los niños y llenarles de etiquetas como “lento”, “vago”, “tonto”, sólo destruye su motivación. Les hace sentir que no son capaces de hacer nada y que no tienen remedio.
¿Cómo fomentar la motivación?: Evita descalificativos y etiquetas negativas. En su lugar potencia sus virtudes y habilidades y cualidades. Potencia su mentalidad de crecimiento, hazles comprender que, aunque algo no se le dé muy bien, con la práctica todo sale. Potencia la confianza en ellos mismos. Aprende aquí como elogiar a los niños para aumentar su autoestima.
- Ayúdales a manejar su ansiedad
A muchos niños les cuesta permanecer motivados porque tienen una gran ansiedad, temen el fracaso y no alcanzar los resultados deseados.
¿Cómo fomentar la motivación?: Transmíteles tranquilidad y hazles saber que el fracaso no es algo negativo. Equivocarse nos ayuda a aprender más y mejor, y a saber qué es lo que no debemos hacer. Si la ansiedad es muy alta se pueden intentar en clase ejercicios de relajación.
- Enséñales a automotivarse
Está muy bien motivar a los niños, pero también tienen que aprender a encontrar su propia motivación y que sean ellos mismos los que la regulen.
¿Cómo fomentar la motivación?: Ayúdales a que piensen razones para las que les pueda servir eso que están aprendiendo. ¿Les va a servir a comprender mejor el entorno? ¿Les sirve para cuando vayan a la universidad? ¿Les ayuda en el día a día?
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